Acá les presento una interesante historia dividida en unos cuantos pocos capítulos, al leerla se darán cuenta de que es singular en cuanto a su trama y sus personajes, por otro lado dándonos un final poco esperado.
Fue extraída de una novela del mismo nombre, que leí hace un tiempo, cuya autora es Elizabeth Hoyt.
CAPITULO 1
Erase una vez, en un país muy lejano,un duque empobrecido que vivía con sus tres hijas.
Ahora bien, las tres hijas del duque eran igualmente hermosas. La mayor tenia el pelo oscurisimo, tanto que brillaba con visos negros y azules; la mediana tenia unos rizos de color fiero como el fuego, que enmarcaban una cara de piel blanca como la leche, y la menor era dorada, toda ella,pelo, cara y figura, por lo que parecía bañada por la luz del sol. Sin embargo, de estas tres doncellas, solo la menor poseía la bondad de su padre. Se llamaba Aurea.
CAPITULO 2
La tierra colindante al este de la del duque estaba gobernada por un poderoso príncipe, un hombre que no temía a Dios, ni a ningún mortal. Este príncipe era cruel, además de codicioso, Le envidiaba al duque la magnifisencia de su tierra y la felicidad de su gente. Un día, el príncipe formo un gran ejercito e invadió el ducado, asolando la tierra y saqueando la tierra, hasta que su ejercito que rodeando las murallas del castillo ducal. El anciano duque subió las alamedas y contemplo el mar de guerreros que se extendía desde el pie del castillo hasta el horizonte. ¿Como podría derrotar a un ejercito tan poderoso?Lloro por su gente y sus hijas, a las que sin duda violarían y matearían. Cuando estaba así atenazado por la desaparición, oyó una voz rasposa:
- No llores, duque. Aun no esta todo perdido.
Fue extraída de una novela del mismo nombre, que leí hace un tiempo, cuya autora es Elizabeth Hoyt.
CAPITULO 1
Erase una vez, en un país muy lejano,un duque empobrecido que vivía con sus tres hijas.
Ahora bien, las tres hijas del duque eran igualmente hermosas. La mayor tenia el pelo oscurisimo, tanto que brillaba con visos negros y azules; la mediana tenia unos rizos de color fiero como el fuego, que enmarcaban una cara de piel blanca como la leche, y la menor era dorada, toda ella,pelo, cara y figura, por lo que parecía bañada por la luz del sol. Sin embargo, de estas tres doncellas, solo la menor poseía la bondad de su padre. Se llamaba Aurea.
CAPITULO 2
La tierra colindante al este de la del duque estaba gobernada por un poderoso príncipe, un hombre que no temía a Dios, ni a ningún mortal. Este príncipe era cruel, además de codicioso, Le envidiaba al duque la magnifisencia de su tierra y la felicidad de su gente. Un día, el príncipe formo un gran ejercito e invadió el ducado, asolando la tierra y saqueando la tierra, hasta que su ejercito que rodeando las murallas del castillo ducal. El anciano duque subió las alamedas y contemplo el mar de guerreros que se extendía desde el pie del castillo hasta el horizonte. ¿Como podría derrotar a un ejercito tan poderoso?Lloro por su gente y sus hijas, a las que sin duda violarían y matearían. Cuando estaba así atenazado por la desaparición, oyó una voz rasposa:
- No llores, duque. Aun no esta todo perdido.
